los socialistas utópicos coincidieron en una serie de elementos que los caracterizaron desde el punto de vista de su concepción de la vida, del trabajo y que se pueden resumir de la manera siguiente: a) en su discrepancia con el individualismo, el sistema económico de la competencia y con la creencia de que leyes económicas naturales podrían por si mismas lograr el bien general, sin ninguna intervención de poderes políticos, y b) en su defensa, en contra del laissez faire, de la opinión de que los asuntos económicos y sociales necesitaban una organización colectiva de carácter positivo para fomentar el bienestar y que esta organización habría de basarse en cierto modo, en un principio de cooperación y no de competencia.
Plantearon la idea de la asociación basándose en el principio de la armonía, y no
Mediante la lucha de clases.
En la cooperación concebían el interés por el trabajo, y no por el capital.
Proponían la conformación de una economía colectiva o empresa de propiedad
Común, lo que significaría un paso de avance en la socialización de la producción.
Concibieron la cooperación a partir de la propia iniciativa de los asociados y de
La autoayuda, descartando la acción directa del Estado capitalista.
Las organizaciones tenían una proyección en el tiempo, por lo que tenían que ser
Sostenibles y crearían fondos colectivos para el futuro desarrollo de la entidad.
Veían la necesidad de la autosostenibilidad de las cooperativas sobre la base de
Sus resultados económicos y de su eficiencia